Cautivado por la dulzura de una voz
que recita poemas,
acompañadas por el do re mi fa sol de un piano,
cuando la noche se confunde con el amanecer.
Cautivado por lo profundo
de una conversación,
donde sobran los miedos
y sobreviven razones
de las más profundas palabras,
que emanan de las fuentes del amor.
Cautivado por ti.
Seguro.
Ha merecido la pena.
No recuerdo si fue real
o quizás en duermevela.
Si morir hay que morir,
no habrá muerte más bonita.
¡CANTOS DE SIRENA!